
La ciudad inició un período de prueba de 60 días con un colectivo propulsado a GNC (gas natural comprimido), como parte de un plan para modernizar el transporte urbano y avanzar hacia alternativas más sustentables. La iniciativa busca estudiar el rendimiento del vehículo en diferentes terrenos, su impacto ambiental y los costos operativos asociados.
El transporte público a GNC en Argentina se consolida como una solución real para reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire en las ciudades, señalaron desde la empresa.
El empresario Castelli, impulsor del proyecto, explicó que el colectivo fue incorporado de manera temporal con el objetivo de analizar su funcionamiento en condiciones reales de servicio urbano.
“Lo sumamos a modo de prueba por 60 días, período en el que evaluaremos los costos y la adaptación de la unidad a los distintos terrenos de la ciudad”, indicó.
Además, destacó el aporte ambiental del vehículo:
“Se trata de una unidad que contamina menos y contribuye a un aire más limpio y saludable”.
Castelli también expresó optimismo respecto al ensayo y aseguró que la empresa está preparada para avanzar en una transición progresiva hacia flotas más ecológicas.
“Queremos avanzar hacia una flota con más unidades de este tipo, aunque esto implica una importante inversión, ya que deberíamos contar con una estación de carga propia y adquirir nuevos colectivos”, señaló.
Sobre el contexto nacional, remarcó que la migración hacia el GNC es una realidad creciente en Argentina.
“No queríamos dejar de probarla y evaluarla. Nuestra intención es migrar al GNC”, afirmó.
Con esta iniciativa, el transporte urbano local se suma a la tendencia global de movilidad sostenible, evaluando opciones concretas para reducir el impacto ambiental sin comprometer la prestación del servicio.








