
En medio del intenso debate público por la reforma laboral impulsada por el Gobierno nacional, la Confederación General del Trabajo (CGT) dejó clara su postura: está dispuesta a discutir la iniciativa, pero no descarta medidas si el Ejecutivo intenta avanzar sin consenso.
Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA y dirigente de peso dentro de la central obrera, afirmó que el sindicalismo argentino “cuando tiene la posibilidad de negociar, negocia”. Sin embargo, lanzó una advertencia categórica: “Si nos cierran la puerta, reaccionaremos.”
“No queremos ir al conflicto, pero cuando se cierra la puerta, el sindicalismo reacciona y hace valer su capacidad de representación”, sostuvo Martínez. En ese sentido, remarcó que el movimiento obrero apuesta al diálogo institucional, pero está preparado para adoptar “acciones estratégicas y de movilización” si no se habilita un canal de negociación.
El líder gremial subrayó que la CGT todavía no definió un rechazo total a la reforma laboral, aunque mostró reparos frente a los anuncios oficiales. “Muchas de las cosas que se mencionaron en las últimas semanas no forman parte de la mesa de diálogo. Es lógico que el Gobierno diga qué quiere hacer, pero eso todavía no se discutió”, explicó.
Martínez también cuestionó que existan propuestas que, según dijo, “desconocen la realidad laboral argentina”, lo que impediría generar consensos tanto con el movimiento obrero como con los sectores productivos.
Con esta postura, la CGT busca marcar posición frente al proyecto de reforma laboral, dejando abierta la posibilidad de negociar, pero también dejando claro que defenderá los derechos laborales históricamente conquistados








