En su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente Javier Milei abordará temas críticos que reflejan su postura ideológica y política en un contexto internacional tenso. Con un enfoque particular en la defensa de Israel, la condena a la invasión rusa en Ucrania y la crisis institucional en Venezuela, Milei se prepara para presentar una visión que desafía el orden establecido.
El contenido de su discurso ha sido mantenido en estricta confidencialidad, considerado secreto de Estado. En los días previos a la presentación, Milei ha estado afinando el texto y consultando con su equipo en Buenos Aires, evitando cualquier filtración que pudiera alterar su mensaje.
Entre los puntos destacados de su intervención se encuentran:
– Disociación de la Agenda 2030: Milei califica esta agenda de «remedo marxista» y ha declarado que Argentina se apartará de sus principios.
– Defensa de la libertad económica: Este es un pilar de su gestión, y argumentará a favor de la eliminación de trabas estatales a la economía.
– Apoyo incondicional a Israel: En un contexto de creciente tensión en Medio Oriente, el presidente reiterará su respaldo al país hebreo.
– Alineamiento geopolítico con Estados Unidos: Reafirmará la posición de Argentina en la órbita de Washington.
– Condena al régimen de Nicolás Maduro: Milei criticará la situación en Venezuela, oponiéndose a los regímenes autoritarios.
Además, el mandatario abordará la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías, presentando a Argentina como una oportunidad de inversión en el contexto global actual. Se estima que su discurso dure aproximadamente 15 minutos, programado para las 15:30 hora local, justo antes de la intervención del presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, un hecho que ha generado preocupación en el Palacio San Martín por un posible cruce diplomático incómodo.
El embajador argentino ante la ONU, Ricardo Lagorio, quien tiene visiones más conciliadoras, estará presente durante la exposición, a pesar de las tensiones internas en la Cancillería.
Milei se enfrenta a un momento decisivo en su carrera política y en su capacidad para influir en la política internacional, en un escenario donde las diferencias ideológicas son marcadas y los desafíos globales son mayores que nunca.
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