En una ajustada votación, el Senado de la Nación rechazó este miércoles el proyecto de Ley de Ficha Limpia, una iniciativa que buscaba impedir que personas condenadas por delitos de corrupción accedan a cargos electivos. La propuesta, que requería una mayoría absoluta de 37 votos afirmativos, fue bloqueada por apenas un voto, lo que generó fuertes críticas desde diversos sectores de la sociedad civil.
Uno de los focos del debate se centró en el rol de los senadores misioneros Carlos Arce y María Eugenia Rojas Decut, quienes se alinearon con el kirchnerismo para frenar la norma. Ambos legisladores fueron determinantes para que el proyecto no prosperara, ya que su voto en contra resultó clave en una sesión que evidenció la polarización política que atraviesa al Congreso.
La Ley de Ficha Limpia, inspirada en normas similares ya vigentes en países como Brasil, apuntaba a elevar los estándares de transparencia política, prohibiendo que candidatos con condenas judiciales por delitos graves pudieran presentarse a elecciones. Su rechazo impacta directamente en el tablero electoral, especialmente en la estrategia de figuras como Cristina Fernández de Kirchner, que continúan siendo objeto de causas judiciales.
Organizaciones ciudadanas y referentes sociales que impulsaban la ley manifestaron su decepción ante el resultado, calificándolo como un retroceso en la lucha contra la impunidad. Además, señalaron que el rechazo pone en evidencia la resistencia de algunos sectores de la dirigencia a avanzar hacia una mayor integridad institucional.
Con esta votación, el Congreso pierde la oportunidad de enviar una señal clara en favor de la ética pública, dejando a la Argentina rezagada en materia de transparencia electoral frente a otros países de la región.
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