Argentina ha recibido un golpe de alerta en la lucha contra el narcotráfico. Un video difundido por presuntos narcos encapuchados, dirigido contra la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y ciudadanos de Rosario y Buenos Aires, evidencia el peligro creciente que representa el crimen organizado en el país.
El video, que sigue patrones típicos de los cárteles, surge como respuesta a los avances del gobierno contra las actividades ilícitas en Rosario, una ciudad con un largo historial de conflictos asociados al narcotráfico. Según el especialista en seguridad Jorge Luis Vidal, estas amenazas buscan intimidar a las autoridades y reafirmar el control territorial de los clanes.
Rosario, epicentro del problema, ha sido escenario de violentas disputas entre grupos como Los Monos, responsables de la mayoría de los homicidios en los últimos cinco años. Las autoridades señalan que el narcotráfico en la región no ha disminuido, pese a la implementación de planes como el «Plan Bandera».
El gobierno de Javier Milei analiza estrategias para intensificar la lucha contra el narcotráfico. Entre las medidas más destacadas se encuentra la inclusión de una ley antimafia en las sesiones extraordinarias del Congreso. Esta ley propone penas de 8 a 20 años para quienes participen en asociaciones ilícitas y busca abordar integralmente el crimen organizado, inspirándose en estrategias aplicadas en Nueva York durante los años 80.
Además, se debate la modificación del decreto reglamentario de la Ley de Defensa Nacional, permitiendo que las Fuerzas Armadas colaboren con la Gendarmería en las fronteras. Sin embargo, esta medida enfrenta divisiones internas, especialmente ante el temor de que la corrupción pueda penetrar en las instituciones encargadas de ejecutar estas tareas.
La corrupción sigue siendo el principal obstáculo en la lucha contra el crimen organizado en Argentina. Según un informe de Insightcrime.org, el país, aunque no enfrenta los niveles de violencia de otras naciones latinoamericanas, es un centro clave para el lavado de dinero y el tránsito de drogas. La complicidad en diversas ramas del gobierno fomenta la actividad ilícita, lo que dificulta erradicar el narcotráfico y prevenir la violencia que genera.
Aunque planes como el «Plan Bandera» han logrado reducir la violencia en Rosario, no han impactado significativamente en la estructura del narcotráfico. Como subraya Vidal: “El narcotráfico sigue fluyendo sin inconvenientes en la ciudad”.
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