El caso que conmociona a Jujuy y al país suma un nuevo capítulo. Matías Emilio Jurado (37), único imputado por el presunto delito de “homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y placer”, podría estar vinculado con la desaparición de al menos siete personas entre enero y julio.
Los investigadores confirmaron que en la vivienda del acusado, ubicada en Alto Comedero, se hallaron restos biológicos compatibles con dos hombres denunciados como desaparecidos: Jorge Anachuri (68) y Sergio Sosa (25). Sin embargo, en los últimos días, el fiscal regional Guillermo Beller informó que dos nuevos perfiles genéticos (ADN abiertos) no coincidieron con familiares de tres personas desaparecidas, lo que refuerza la hipótesis de más víctimas.
Uno de los datos más impactantes es que el imputado habría asesinado a sus víctimas en la misma habitación donde dormía. Según el fiscal Beller:
“Hemos encontrado una importante cantidad de sangre a través de luminol en una pieza en particular, donde dormía el imputado y es por eso que creemos que allí se cometían los hechos”.
Las pericias determinaron presencia de sangre y fluidos con hemoglobina en la cama, el piso, cortinas, colchas y varias prendas. Además, también se hallaron rastros en el baño, el patio y otros sectores de la casa.
La teoría principal indica que Matías “el Gringo” Jurado compartía alcohol con sus víctimas en su habitación, y en un momento determinado sacaba un facón de 30 centímetros con el que las atacaba, luego descuartizaba los cuerpos y se deshacía de los restos. Parte de las vísceras eran quemadas en tachos con combustible, otras fragmentadas eran cocinadas para perros, y los huesos largos y cráneos habrían sido arrojados al arroyo Las Martas, a menos de 500 metros de la casa.
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