El fútbol jujeño está de luto. En las últimas horas se confirmó el fallecimiento de Manuel Guerrero, legendario delantero de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, quien dejó una huella imborrable tanto dentro como fuera de la cancha.
Guerrero debutó en el Lobo jujeño en 1983 y defendió sus colores durante 14 temporadas consecutivas, convirtiéndose en uno de los máximos ídolos de la institución. A lo largo de su carrera disputó 270 partidos oficiales, anotó 52 goles y participó en 17 torneos, siendo protagonista fundamental del ascenso histórico a la Primera División en 1994.
Más que un goleador, Manuel Guerrero fue un símbolo de pertenencia. Su recorrido acompañó el crecimiento del club desde la Liga Jujeña de Fútbol hasta su consolidación en la élite del fútbol argentino. Su entrega, profesionalismo y amor por la camiseta lo convirtieron en un verdadero referente para generaciones de hinchas.
Además, su legado no se limitó al terreno de juego. Tras colgar los botines, Guerrero continuó vinculado a la institución como formador en la escuelita de fútbol, donde se destacó por su compromiso con las nuevas generaciones y su vocación para transmitir los valores del club.
La noticia de su fallecimiento generó una profunda conmoción en el ambiente futbolístico local. Dirigentes, excompañeros, entrenadores, periodistas deportivos y fanáticos expresaron su pesar en redes sociales, recordando sus mejores goles, su humildad y su cercanía con la gente.
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